Colección de Sellos de Correos de la Beneficencia
Series de sellos de Primer Centenario de beneficencia, emitidos por el correo español.
La "colecta filatélica" durante trágicos acontecimientos como: guerras, terremotos, aluviones, ruinas y pestes, fue adoptada con frecuencia por algunas administraciones postales con la emisión de precios gravados con un sobreprecio respecto a la tarifa normal. Tal gravamen se destinaba a favor de la ayuda. Los ejemplares pertenecientes a esta categoría filatélica reciben comunmente la denominación de benéficos.
Iniciativas filatélicas de este tipo las encontramos ya a finales de 1.800. Nueva Gales del Sur y la por entonces colonia británica de Victoria, en 1.897 emitieron cada una de ellas dos ejemplares gigantes, aunque muy hermosos, gravados con un suplemento de valor para la construcción de hospitales. Rusia dedicó una bellísima serie en 1905 con cuatro valores benéficos, a los huérfanos de los soldados caídos durante la guerra contra el Japón.
A comienzos de la Primera Guerra Mundial, la administración postal francesa acudió en ayuda, por medio de los sellos, de la Cruz Roja, inmediatamente imitada por Italia, que entre 1.915 y 1.916 emitió una serie de cuatro ejemplares, dos de los cuales llevaban la indicación de un nuevo valor mediante sobreestampació. Bulgaria, en 1.920 puso en circulación diez sellos "pro Prisioneros e Inválidos de guerra" repatriados, imitada a su vez por otros países. En 1.939, Panamá y ecuador lanzaron una suscripción filatélica para la lucha contra el cáncer, mientras Suiza iniciaba las series "pro Juventud"y "pro Patria". Una lista larguísima resalta el tema de la beneficencia, que también promovió campañas para la lucha contra la malaria y para acabar con el analfabetismo.
El 1 de enero de 1963, las Naciones Unidas, justamente a través de los sellos, se hacían promotoras de la campaña mundial contra el hambre, recogiendo de las administraciones postales de ciento cuarenta y cuatro naciones, en menos de tres años, la suma de 335.000 dólares.